Reinventando la producción de comida, agua y energía en África
A pesar de la aparente voluntad de la comunidad internacional para mitigar los efectos del cambio climático, los resultados han sido, hasta ahora, decepcionantes. Mientras tanto, a la naturaleza no le interesan los (des)acuerdos políticos. Hoy en día, los efectos de los cambios más drásticos en el clima y las condiciones meteorológicas locales se están haciendo visibles y los mayores riesgos son asumidos por los miembros más vulnerables de la sociedad.
La infancia está especialmente falta de representación en las discusiones y toma de decisiones sobre el cambio climático, adaptación y mitigación. Sin embargo, son los niños y niñas los más afectados, y sufren de manera desproporcionada las consecuencias: escasez de alimentos que provocan hambrunas y desnutrición, enfermedades, desplazamientos y conflictos por la lucha sobre la gestión y apropiación de los recursos naturales.
Un informe alarmante, recientemente publicado por Plan Internacional y Practical Action, advierte sobre el impacto físico, económico, social y cultural del cambio climático que afecta gravemente a la infancia en África occidental y oriental. Por ejemplo, el tiempo necesario para acceder a fuentes de agua limpia ha aumentado: para la mayoría (75%) de los hogares incluidos en el estudio, se requieren 30 minutos para llegar; para el 18% entre 2 y 3 horas son necesarias. Las mujeres (63%) y los niños y niñas menores de cinco años (25%) son los más afectados por la falta de agua. A menudo, ellas deben pasar la noche cerca de los pozos a la espera de que vuelvan a llenarse, exponiéndose a una serie de riesgos.
Fuente: www.elpais.com