Urbanismo táctico, para ciudades en conflicto
En los últimos años se ha popularizado el término urbanismo táctico, para solucionar o aliviar los diversos conflictos que tienen las ciudades. Aunque las ciudades no son un campo de batalla, sí que crean ámbitos hostiles para la ciudadanía y para el entorno natural.
Tradicionalmente muchos planes urbanísticos han buscado darle una estructura racional y funcional a las ciudades, descuidando el bienestar del ciudadano. Actualmente grandes problemas que tienen las urbes actuales se deben a procesos urbanísticos poco sensibles con la población. Este proceso ha sido ampliamente denunciado por Jane Jacobs. Aunque el planeamiento urbanístico ha mejorado notablemente, siendo mucho más sensible a la población y a su entorno, estos planes son muy poco flexibles a los cambios socioeconómicos y tecnológicos. Actualmente las ciudades se ordenan y gestionan con planes estratégicos (En España por medio de Planes Generales y Planes de Desarrollo) que tienen más de 10 o incluso más 20 años, desde su redacción, esto implica que responden a necesidades de hace más de 10 o 20 años. Sólo haya que pensar donde estabamos hace 10 o 20 años y todo lo que ha cambiado. Y muchas zonas donde vivimos se han planificado hace más de 30 años (los ensanches de las ciudades, por ejemplo).
Los planeamientos urbanísticos, en general, presentan una gran rigidez, ya que son documentos muy complejos, suelen afectar a todo el municipio y tienen que adecuarse al procedimiento administrativo, asimilando el ritmo a la burocracia de cada zona. Debido a la rigidez y al alcance de estos planes han surgido iniciativas a corto plazo y a un bajo coste, buscan solucionar los problemas urbanos que el planeamiento urbanístico no llega, como pueden ser los parklets y otras buenas prácticas.
El concepto urbanismo táctico es bastante común en el mundo anglosajón por el libro Tactical Urbanism escrito por Mike Lydon y Anthony Garcia o por la guía on line Tactical Urbanism. Hay que decir, que aunque el término es relativamente reciente, las iniciativas que se enmarcan dentro de esta disciplina son ampliamente conocidas y se remontan hace bastantes años.
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Este movimiento está teniendo un gran auge gracias a un escenario urbano mucho más dinámico y diverso, fruto a la rapidez con que se producen los avances tecnológicos y los cambios sociales, económicos y ambientales.
La esencia del urbanismo táctico se basa en proyectos a corto plazo, de bajo coste, a pequeña escala, conectado o liderado por la población local y normalmente con un punto creativo. Estos proyectos buscan dinamizar y experimentar con el espacio urbano, adaptándolos a las necesidades y desafíos locales. Estas iniciativas intervienen es espacios subaprovechados dándoles un nuevo uso.
El urbanismo táctico no es la alternativa al urbanismo reglado que conocemos, pero tampoco es su finalidad. Su objetivo es complementar los planes urbanísticos, permitiendo flexibilizar el proceso de planificación.
Las ciudades son dinámicas y por tanto se deben establecer herramientas que permitan la adaptación a las condiciones que existan en cada momento. Por ejemplo un parque infantil en un determinado barrio podría dejar de tener sentido en pocos años, debido a procesos migratorios o envejecimiento de la población.
Las iniciativas de urbanismo táctico son más necesarias que nunca, y deberían ser promovidas por todos los municipios. Sin descuidar el planeamiento estratégico, ya que se debe saber a dónde se va, para elegir un camino.
Autor: Jose Taboada
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