El 60% de las especies y el 77% de los hábitats europeos están mal conservados
Europa posee menos riqueza natural y en peor estado que hace cinco años, hasta el punto de que el 60% de las especies y el 77% de sus hábitats presentan un «mal estado de conservación». Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la degradación de la biodiversidad y el cambio climático son los dos mayores retos ambientales que afronta el continente.
Así lo ha concluido esta institución, que ha presentado este lunes el documento «El medio ambiente en Europa. Estado y Perspectivas 2015», su «radiografía» quinquenal sobre el estado de los espacios naturales europeos, en la que destaca que la biodiversidad marina y costera es la más afectada.
La organización europea matiza que en los últimos cinco años ha mejorado la información científica disponible respecto a su análisis de 2010, pero la cantidad de especies y los hábitats en mal estado han empeorado en un 52% y en un 62%, respectivamente.
La sobrepesca es «dramática» en el Mediterráneo
La biodiversidad marina y costera es la más perjudicada, sobre todo por daños en los fondos marinos, contaminación, especies invasoras o acidificación, causas, además, que son susceptibles de empeorar debido al cambio climático.
Respecto a la sobrepesca, el análisis detecta que ha disminuido en el Atlántico y en el Báltico, pero la situación es dramática en el Mediterráneo, donde el 91% de las especies que consumimos sufrían sobrepesca en 2014.
Humedales, ríos, lagos y estuarios son los ecosistemas de tierra más debilitados, y aunque la calidad del agua dulce ha mejorado, la mitad de las cuencas europeas no presentan un buen estado ecológico.
Lograr mejoras significativas en este ámbito requiere tanto de la aplicación «integra y eficaz» de las políticas ambientales existentes como de «más coherencia» con otras estrechamente relacionadas como pesca, energía, turismo, transporte, industria o agricultura, ha explicado el director de la Agencia, Hans Bruyninckx en una rueda de prensa.
Caen las emisiones de gases de efecto invernadero pero no es suficiente
Las emisiones de gases de efecto invernadero también han caído un 19% desde 1990 a pesar de que la economía ha crecido un 45% en este periodo, pero en lo que se refiere al cambio climático, se concluye que «las políticas actuales son insuficientes para alcanzar el reto de reducir emisiones entre un 80 y un 95% en 2050″.
Por su parte, las tasas de reciclaje se incrementaron en 21 países entre 2004 y 2012, pasando del 22% al 29%, mientras que el volumen enviado a vertedero ha disminuido en 27 de los 31 países y el consumo de recursos ha pasado de 16,7 toneladas por persona en 2007 a 13,7 toneladas en 2012.
Por otra parte, el informe dice que las contaminaciones atmosférica y acústica continúan causando serios impactos en la salud, de manera que en 2011 un sólo contaminante (las partículas en suspensión menores de 2,5 micras, PM 2,5) causó 430.000 muertes prematuras, mientras que el ruido contribuyó a que hubieran 10.000 muertes cardíacas prematuras ese año.
La Agencia advierte de que el cambio climático contribuirá a empeorar la calidad del aire, y de que hay que tener en cuenta que debido a la crisis se han reducido algunas presiones ambientales pero que está por ver qué pasará con la vuelta al crecimiento.
La Unión Europea necesita políticas ambientales «más ambiciosas»
El director Hans Bruyninckx se ha mostrado contundente en su análisis: «La Unión Europea necesita políticas más ambiciosas para lograr los objetivos marcados, entre otros vivir dentro de los límites planetarios en 2050″.
«Ni las políticas actuales, ni la tendencia económicas que seguimos ni la tecnología que usamos son suficientes para lograr la Europa que queremos en 2050», ha apuntado Bruyninckx. Además, ha explicado que cumplir las promesas asumidas internacionalmente en cambio climático o biodiversidad requerirá inversiones más inteligentes y una transformación radical en sectores como el agrícola, energético, edificación, transporte, finanzas, salud y educativo.
Y es que «el cambio» no sólo pasa por «mitigar las presiones y no infringir daño» sino que requiere restaurar ecosistemas, corregir desigualdades socioeconómicas y adaptarse a los efectos del cambio climático y al agotamiento de los recursos naturales, ha precisado el director de la Agencia, quien ha concluido que vivir en un planeta sostenible a mediados de siglo requerirá grandes cambios en la manera en la que se produce y se consume en Europa.
Fuente: www.rtve.es
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