Sé un turista responsable antes, durante y después
Ser un turista responsable es un compromiso que todo viajero debe contraer consigo mismo y con el destino que va a visitar. Y debe comprometerse en todas las fases del viaje, es decir, antes, durante y después de este. En las siguientes líneas te explicamos detalladamente cómo lograrlo, gracias a lo cual estarás poniendo tu granito de arena para hacer más sostenible ese lugar de acogida.
Ser turista responsable antes del viaje: infórmate y planifica
Esta fase engloba todas las prácticas relacionadas con una planificación correcta. Con vistas a uno mismo, la contratación de un seguro de viaje o la vacunación contra enfermedades potencialmente contagiosas son algunas medidas que se recomienda tomar. Compañías como Intermundial ofrecen pólizas de este tipo y la Seguridad Social cuenta con un listado completo de vacunas obligatorias en los diferentes países del mundo. Por otro lado, es fundamental informarse correctamente y en profundidad sobre el destino a visitar: cómo vive la población local, cuáles son sus costumbres, qué problemas sociales existen… También es importante informarse correctamente sobre los servicios que se van a reservar: hoteles respetuosos con el medio ambiente y la población local, compañías de transporte que actúen de forma legal, restaurantes serios que cumplan la normativa vigente en materia de salud alimentaria, etc. Por último, evita imprimir innecesariamente tickets y reservas: si se admiten billetes electrónicos, mucho mejor.
Ser turista responsable durante el viaje: respeta tu lugar de destino
Aquí entra en juego todo lo que puedas hacer para que tu presencia en el lugar de destino no produzca ningún impacto o, en todo caso, que produzca un impacto positivo. Por supuesto, tendrás que ser respetuoso con el medio ambiente, especialmente si tu viaje está relacionado con excursiones a la naturaleza: no dejes residuos, no te salgas de los senderos marcados, no molestes a la fauna local, etc. También deberás ser muy respetuoso con la población local, sobre todo en templos y lugares de culto, pero también en manifestaciones folclóricas y en el discurrir de la vida cotidiana y los momentos de descanso. Y trata siempre de contribuir a la economía local: compra artículos de artesanos locales, contrata servicios de empresas establecidas en dicho destino, consume productos gastronómicos de la zona (lo cual, además de ser una experiencia cultural será una forma de promover la producción local) y un largo etcétera.
Ser turista responsable después del viaje: difunde tu experiencia
Ser un turista comprometido con la sostenibilidad no termina en el momento en el que tomas tu avión, tren o coche de vuelta. También deberías contribuir con el respeto a ese destino turístico después del viaje. En ese caso, lo que puedes hacer es difundir tu experiencia y poner sobre aviso a familiares, amigos o conocidos que vayan a realizar ese mismo viaje en el futuro, ya sea en persona o en redes sociales, por ejemplo dejando una reseña en TripAdvisor. Incluso puedes contribuir con otros muchos futuros viajeros que no conoces personalmente: si tienes un blog, puedes escribir sobre ello, dando indicaciones sobre qué hacer y qué no hacer.
Si viajas de manera comprometida en estas tres diferentes fases, todos ganan: el lugar de acogida mantendrá su esencia y podrá mejorar la calidad de su oferta, tú disfrutarás de una experiencia inolvidable y tu círculo de allegados seguirá tus pasos, contribuyendo a la sostenibilidad y al desarrollo.