Presentan los primeros mapas de salinidad del Mediterráneo
En el marco de su décimo aniversario, el Barcelona Expert Center ha presentado mapas de humedad del suelo, útiles para la prevención de incendios y, desde ahora, mapas de de salinidad con una resolución de 5 km, que permiten prever fuertes precipitaciones con hasta dos meses de antelación, informar sobre la presencia de bancos de peces y mejorar las estimaciones de las corrientes marinas del Mediterráneo.
El Centro Experto en Teledetección de Barcelona (BEC) celebró una jornada para conmemorar sus diez años de existencia en la que se presentaron los primeros mapas de salinidad del mediterráneo. El BEC, que fue creado como una conjunta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Politécnica de Cataluña, a la que se unió más tarde el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, es el único centro en el mundo que produce y distribuye diariamente estos mapas.
Para la realización de estos mapas, los expertos han desarrollado métodos que mejoran la resolución espacial y temporal, y permiten tener mapas muy precisos, con una resolución de 5 km. El conocimiento de la salinidad superficial del mar ayuda a mejorar las estimaciones de las corrientes marinas, informar sobre la actividad biológica y la presencia de bancos de peces, y estimar el grado de evaporación de la superficie del mar para anticipar fenómenos de fuerte precipitación sobre tierra con una anticipación que puede llegar a ser de dos meses.
El conocimiento de la salinidad superficial del mar permite mejorar las estimaciones de las corrientes marinas
Además de estos, el BEC también ofrece mapas de humedad de la península ibérica con una resolución muy alta (1 km). Estos mapas permiten usos diversos, como conocer el contenido de agua útil en el suelo por las plantas y prever la productividad de los campos, o evaluar el riesgo de incendios en zonas concretas y por tanto, poder tomar medidas preventivas (limpieza de los bosques o crear cortafuegos) de forma más dirigida y eficaz, entre otros.
Décimo aniversario
La jornada contó con la asistencia del investigador del CSIC Jordi Font, fundador del centro y uno de los investigadores principales de la misión SMOS; Susanne Mecklenburg, de la ESA y Mission Manager de SMOS; Cristina de la Puente, vicepresidenta del CSIC; Andrea Pérez Carro, CDTI, delegada española en la ESA; Meritxell Serret, Consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya; Antonio Turiel, investigador del CSIC, y actual presidente del BEC; Carolina Gabarró, investigadora del CSIC, directora del BEC.
También participaron investigadores del CSIC y de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) involucrados en la SMOS, junto con representantes de empresas (Airbus, Tryo Aeropace, Deimos) y de otras instituciones científicas, que hablaron sobre el impacto tecnológico y social de la misión así como de las aplicaciones.
El BEC nació en 2007, bajo el liderazgo de Jordi Font para preparar el procesado de datos de la misión SMOS (Soil Moisture and Ocean Salinity) de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se lanzó al espacio en 2009. Fue creado como una iniciativa conjunta del CSIC, a través del Departamento de Oceanografía Física y Tecnológica del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), y de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), a través del Grupo de Investigación en Teledetección (Remote Sensing Lab), a la que más tarde se unió el Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC).
Comprender mejor el clima
El BEC lleva 10 años procesando datos del satélite SMOS, que mide la humedad del suelo y de salinidad del mar, dos variables clave para conocer el ciclo del agua y mejorar nuestra comprensión del clima. No obstante, los datos en bruto del satélite deben ser procesados y refinados para obtener, a partir de ellos, productos como mapas de humedad y de salinidad útiles para la comunidad científica y operacional. Esta es precisamente la misión del BEC.
Desde su creación, el centro ha dado apoyo a la ESA para la calibración del instrumento del satélite SMOS, así como en la validación de datos y en la mejora de sus algoritmos de procesado. Desde hace algún tiempo, el BEC ha ampliado sus intereses y se ocupa también del estudio de los vientos sobre el mar y de la evolución del hielo marino. También ha comenzado a incorporar datos de otros satélites y sensores, tanto activos como pasivos.
Fuente: SINC