Libro gratuito: El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015
A pesar de los importantes avances realizados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio sobre la pobreza y el hambre, casi mil millones de personas aún viven en situación de extrema pobreza (menos de 1,25 dólares por persona al día) y 795 millones siguen sufriendo hambre crónica. Habrá que hacer mucho más para alcanzar los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre la erradicación de la pobreza y el hambre para el año 2030. La mayor parte de las poblaciones en situación de extrema pobreza vive en zonas rurales de países en desarrollo y depende de la agricultura para su subsistencia. Son tan pobres y están tan malnutridos que sus familias viven en un círculo de pobreza que se transmite de generación en generación. Muchos países en desarrollo están adoptando una nueva estrategia exitosa para romper el ciclo de la pobreza rural: combinar la protección social y el desarrollo agrícola. Las medidas de protección social, como las prestaciones monetarias para las viudas y los huérfanos y el empleo garantizado para las personas pobres en el marco de los programas de obras públicas, pueden evitar a las personas vulnerables las peores carencias. Pueden permitir a los hogares la mejora o la diversificación de sus dietas. También pueden ayudarles a ahorrar e invertir en sus propias fincas o a emprender nuevas actividades. Los programas de desarrollo agrícola que respaldan las explotaciones familiares en pequeña escala en cuanto al acceso al mercado y la gestión de los riesgos pueden crear oportunidades de empleo y lograr que estas familias sean más autónomas y tengan una mayor resiliencia. La protección social y el desarrollo agrícola, combinados, pueden romper el ciclo de la pobreza rural.
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