¿La economía colaborativa o el consumo colaborativo cambiará el mundo?

El consumo colaborativo o economía colaborativa son términos bastante novedosos y no muy conocidos por la ciudadanía, aunque cada vez más populares debido a la crudeza de la crisis. Este conceptos se pueden definir como la manera tradicional de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar, redefinida a través de la tecnología moderna y las nuevas maneras de medir la reputación de las personas.


En los últimos años, los ciudadanos y empresas se están conectando para consumir, educarse, viajar, financiarse, etc. de manera conjunta y directa. Este movimiento supone un cambio cultural y económico en los hábitos de consumo marcado por la migración de un escenario de consumismo individualizado hacia nuevos modelos potenciados por los medios sociales y las plataformas de tipo peer-to-peer (red-entre-pares o red-entre-iguales).

Charla TEDX sobre el consumo colaborativo

Vivimos en una sociedad que enfatiza el sentimiento de posesión, vinculándolo con el valor de la persona. Esto nos ha llevado a un exceso de individualismo a nivel económico, olvidándonos del gran papel que tiene la colaboración y cooperación en el crecimiento como sociedad. Este movimiento aprovecha las grandes ventajas sociales, ambientales y por supuesto económicas de los procesos colaborativos.
En los servicios de consumo colaborativo el principal problema es la desconfianza, aunque se ve minimizado gracias al uso de perfiles de usuarios con valoraciones y referencias añadidas por otros usuarios, lo que da origen a nuevas maneras de relacionarse, intercambiar, y monetizar habilidades y/o bienes económicos, lo que era impensable hace unos años. Esto supone la disrupción de Internet, fuera de la propia Internet.
Algunos autores considerar que el consumo colaborativo emerge fundamentalmente en nichos donde existe ineficiencias o distorsiones del mercado. Analizando los datos, vemos claros ejemplos, como que el 40% de los alimentos del planeta se desperdicia o que los coches particulares pasan el 95% de su tiempo parados.
La razón del crecimiento del consumo colaborativo no solo se debe a criterios económicos o de eficiencia, sino a un aumento de concienciación. En los últimos años la sociedad se está dando cuenta de que el modelo actual provoca grandes problemas ambientales y sociales, por tanto, es necesario favorecer un desarrollo más sostenible.
Pero no son todo ventajas de este movimiento, también ha traído problemas y fuertes críticas. Principalmente por ser competencia desleal de servicios de transporte (autobuses y taxis) o de hostelería. Este nuevo sistema choca con el status quo económico tradicional provocando una batalla enfervorizada, con presiones tanto de unos como de otros para que se legisle a su favor. Lo que está claro es que es necesaria una regulación que garantice la seguridad y calidad del servicio y que sea pactado por todas las partes implicadas.

gente

Las necesidades de esta época de crisis junto a un cambio de ideología están convirtiendo la economía colaborativa en una auténtica realidad. Desbancará este movimiento el modelo de poseer por el de compartir, aún es pronto para decirlo. Pero lo que sí es seguro que tendrá una mayor presencia en nuestros hábitos de vida.
Si queréis más información podéis entrar en la web http://www.consumocolaborativo.com/ donde existe mucha documentación sobre este tema. Además os dejamos los directorios de proyectos colaborativos en España, Latinoamérica y Otros directorios.

Autor: Jose M. Taboada

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Jose Taboada

Licenciado en Geografía, Postgrado en Ordenación y Desarrollo Territorial (USC) y Master de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (USC).

3 comentarios

  1. Tradicionalmente las crisis, las catástrofes, los conflictos y todas las calamidades que asolan a la humanidad y arruinan y destruyen por completo lo que a su paso encuentran, generan oportunidades solidarias para apoyarnos los unos a los otros. El punto es que desde hace muchos años la colaboración ha venido de la mano de un enorme factor mas que de individualismo a ultranza, como consecuencia inevitable del aislamiento cuasi obligado en el que nos encontramos los seres humanos hoy en día. Particularmente en lugares donde la pobreza y la falta de oportunidades conjuntamente con la delincuencia, han provocado que la gente se segregue y busque por sí sola encontrar salida a su propia sobrevivencia. Hace algunos años que se habla de Economía Solidaria y definitivamente puede ser una buena opción; sin embargo, la realidad es que aún no encuentra su camino y lo que se ha ocasionado es que so pretexto de la Solidaridad Económica a través del mal llamado Comercio Justo, muchos «vivales» han encontrado en este nicho socioeconómico otra forma de seguir esquilmando a las personas, familias y comunidades enteras. Lo que ha determinado que el individualismo se acentúe entre la población del mundo entero. Cuando en este momento se habla de Economía Colaborativa o de Consumo Colaborativo pareciese que se trata de un nuevo modismo que en el mejor de los sentidos pretende así sin mas, que la gente de la noche a la mañana elimine sus temores de ser asaltado, saqueado o no tenga que comer. pero entonces es importante apreciar que el proceso es mucho mas largo de lo que puede pensarse. Para que la Economía Colaborativa comience a permear realmente en nuestra sociedad no solamente a nivel clase mediero, se necesita que las personas a nivel familiar y comunitario principalmente, tengan algo que ofrecer al mismo tiempo que estar dispuestas a recibir, pero adicionalmente tienen que tener claro que lo pueden dar y/o en su defecto recibir, va de la mano con el hecho y la acción de compartir, es decir todo lo que en la mesa se ponga en materia de intercambio debe tener el propósito de incentivar un reparto y una distribución que mas que justa, debe ser también equitativa e inclusive equilibrada para efectos de evitar que alguien o algunos, se pasen de vivos y de listos y como sucede en muchas partes del mundo, sean los que acaparen los mejores y mayores beneficios a costa de los mas vulnerables. Llegar a esta etapa dentro del proceso denominado ahora como Economía Colaborativa, tendrá que ir de la mano con el hecho de que la gente tiene que volcarse en el PROSUMO, es decir tiene que dedicarse a PRODUCIR lo que puede ofrecer a cambio de lo que puede o necesita CONSUMIR; es decir si la colaboración representa una acción que distribuye y reparte las cosas que necesita la sociedad en general, de una manera justa, equilibrada y equitativa, todo para evitar que el dar o el recibir así sin mas, siga siendo un mero pretexto para sojuzgar y envilecer la dignidad humana. Si realmente se pretende que el Consumo y la Economía Colaborativa sean realmente una verdadera opción de mejorar para salir de la crisis eterna que padecemos cotidianamente muchos países, es indispensable que el asistencialismo limosnero y el corporativismo caritativo desaparezcan para dar paso a nuevas formas de compartir lo que se tiene a disposición y de trabajar en equipo para reunir y conseguir lo que hace falta y complemente en su momento lo que se tiene a la mano, pero también es indispensable que en la sumatoria de cosas que se tienen mas las que complementen lo que se requiere en una sociedad la que fuere, las personas y sus organizaciones sepan, aprendan, comprendan y apliquen procesos de producción y consumo con un objetivo solidario de compartir lo que se haga, lo que se tenga, lo que se obtenga y lo que se requiera para generar sinergias colaborativas reales que contribuyan al mejoramiento sostenible de la calidad de vida de la población en su conjunto de forma humanamente integrada.

  2. Hola, soy el fundador de PeopleintheNet, una iniciativa de consumo colaborativo universal nacida en España. Sí, definitivamente, sí. La economía colaborativa transformará nuestras relaciones comerciales/económicas como nunca antes había ocurrido, y no porque esté «tocada por una varita mágica», sino porque pasados nuestros años de ¿bonanza? en el sistema económico con el que veníamos manejándonos en Occidente desde hace más de medio siglo, ahora nos vemos con un montón de cosas que ya no necesitamos (si es que alguna vez realmente las llegamos a necesitar) y nos planteamos qué hacer con ellas… Claro, puedes venderlas, puedes intercambiarlas e incluso trocarlas… pero también puedes darlas porque sí, porque otra persona puede necesitarlo o hacerle ilusión tenerlo… y para eso (creo) que sólo estamos nosotros… una red social de buenas personas. Muchísimas gracias por este interesante artículo, Jose 😉

  3. La economia colaborativa desde mi punto de vista, creo que es el nacimiento de una nueva economia tomando como base la solidarida y el compartir de un desarrollo social que nos lleve a un punto de equidad y que los metodos o formas de produccion sean de una participacion colectiva en donde prime el interes particular y no el personal sin tener que volver a vivir las etapas de un comunismo mal enmarcado dentro de un modelo capitalista.
    Algo que me parece importante destacar en este proyecto economico solidarioes como se debe de regular el consumo colaborativo, teniendo en cuenta que de aqui debe de nacer una empresa autosostenible, que genere sus propios recursos y una plusbalia para poder competir dentro del mercado capitalista.
    se que hay muchas mas cosas importantes en las cuales todos queremos participar y es alli en donde se debe implemtar la division del trabajo pero con unos objetivos claros y definidos para que cada uno de los participantes sea fundamental en el engranaje del proyecto y este genere larga vida y sea productiva para cada uno de los participantes
    jesus

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