Greenpeace insta a Rajoy a prohibir las prospecciones petrolíferas y el ‘fraking’
“No hay ninguna forma segura de extraer petróleo”, decía ayer Julián Barea, representante de Greenpeace, sobre la cubierta del tercer Rainbow Warrior, el legendario velero ecologista que la organización utiliza para sus acciones reivindicativas. Con las velas plegadas y bajo una enorme malla con el lema No oil, los colectivos Columbretes Netes y Save Canarias, se unieron a la organización ecologista para presentar en Valencia el informe Petróleo no, ni aquí ni en el Ártico.
Las petroleras Repsol y Cairn Energy trabajan para obtener permisos de sondeo en yacimientos de Baleares, Canarias, el mar de Alborán y el golfo de Valencia. El creciente rechazo social y político a estos proyectos no está frenando la tramitación de las licencias para una actividad que, según los ecologistas, genera unos riesgos “inasumibles”.
“Los sondeos utilizan cañones de sonido que provocan gran mortalidad en la fauna y afectan a la migración de cetáceos”, explicó Albert Fernández del colectivo Columbretes Netes. “Además, mientras perforan, para lubricar, se genera un fango con compuestos químicos muy potentes, como una gelatina, que sepulta el fondo marino en un radio de unos 500 metros”, detalló. Los efectos de la actividad se notan “hasta dos kilómetros alrededor de la zona de prospección” y los ecologistas advierten de los peligros de esta contaminación en áreas donde la economía local depende del turismo y la pesca.