Cómo hacer una moto aún más ‘eco’
Para conseguirlo, ANESDOR ofrece unas sencillas pautas que nos permiten una conducción tan segura como ecológica.
Controlar el acelerador
A la hora de poner en marcha la moto se aconseja evitar los acelerones e iniciar la marcha de forma inmediata para no consumir combustible parados. Una vez se está circulando, la conducción ha de ser suave, sin aceleraciones ni frenadas bruscas. Se debe acelerar progresivamente hasta alcanzar la velocidad adecuada, aprovechando el óptimo de revoluciones y circulando con marchas largas, evitando la zona roja de revoluciones al acelerar y en las reducciones de marcha.
Mirar al frente
La mirada del conductor también es clave en la conducción ecológica. Es recomendable mantener la vista en el punto más alejado de la trayectoria, para conseguir trazadas óptimas en las curvas y esquivar obstáculos sin brusquedades. Anticipar situaciones de riesgo y conseguir distancias adecuadas benefician una conducción uniforme que mejora la eficienciacia.
Pensar y parar
Conviene mantener las distancias adecuadas para desacelerar y parar de forma suave y progresiva. La forma de parar que menos consume (combustible y pastillas de freno) consiste en desacelerar, cortando gas, dejando el freno de motor y aplicando progresivamente los frenos trasero y delantero. En conducción urbana, también es aconsejable aprovechar las infraestructuras que poco a poco se van habilitando en las ciudades para el uso de la moto. Por ejemplo, las paradas avanzadas en semáforos, ayudan a no tener que realizar acelerones en la salida y el uso del carril bus permite mayor uniformidad en la velocidad.
Usar ropa adecuada
Algo tan habitual como llevar chaquetas muy holgadas o abiertas aumenta la resistencia al desplazamiento como lo haría un diseño con mala aerodinámica. ¿Las consecuencias? La moto gasta más combustible y nuestra conducción resulta menos relajada.
Fuente: www.elpais.com