Abel López «La adaptación al cambio climático ha sido la gran olvidada por la administración»

Abel López. Geógrafo especializado en climatología y planificación y gestión de riesgos naturales. Actualmente forma parte del equipo de la Cátedra Universitaria Reducción del Riesgo de Desastres y Ciudades Resilientes de la Universidad de La Laguna, donde realiza su labor investigadora entorno a la adaptación al cambio climático en sectores altamente vulnerables como los espacios insulares. Del mismo modo ha estado vinculado con el Northeast Climate Adaptation Science Center dependiente del USGS y de la Universidad de Massachusetts, donde trabajó aspectos relacionados con las metodologías de evaluación del riesgo y la adaptación.  

Abel eres uno de los divulgadores que rebates a muchos negacionistas del cambio climático. En las redes sociales existen un amplio debate sobre el cambio climático. Muchos medios y personas están rebatiendo que no existe el cambio climático, basándose que el clima varía a lo largo del tiempo, en muchos casos incluso haciendo referencias históricas. Como climatólogo se puede afirmar que existe el cambio climático por la actuación del ser humano. ¿Qué diferencias existe en este cambio climático frente otras épocas?

Realmente creo que aquellos que nos dedicamos al estudio de alguna de las múltiples vertientes del cambio climático tenemos como obligación en primer lugar informar y en segundo lugar evitar que se fomenten y divulguen falsedades acerca de qué es y cuáles son las causas del cambio climático. Es cierto que, ya habido otros cambios climáticos en el pasado, pero nunca a la velocidad con la que se está dando el actual fenómeno, sirva como ejemplo como 2019 será el segundo año más cálido desde que hay registros tras 2016, además para encontrar las actuales concentraciones de C02 tendríamos que retroceder unos 3 millones de año, por tanto, es evidente que existe una relación directa entre emisiones de GEI y el incremento de la temperatura. Estos cambios climáticos en el pasado como decía no son una novedad y respondían a forzamientos de índole natural como la actividad solar o volcánica. Sin embargo, el actual cambio climático tiene su causa más que probable en el ser humano, de hecho, más del 97% de los científicos afirman el cambio climático y que éste es de origen antrópico.

Decir que ha habido más cambios climáticos o que la causa es natural es simplemente poner en entredicho el trabajo de miles de científicos que nos dedicamos a analizar este fenómeno.

Abel López

 ¿Cuáles son las consecuencias de este cambio climático?

Resulta complicado enumerar todas las consecuencias del cambio climático en primer lugar porque varían de un lugar a otro. Sin embargo, a nivel global es evidente los cambios graduales en elementos climáticos como la temperatura o la precipitación, así como la probabilidad de aumentos de fenómenos meteorológicos extremos como eventos tropicales, sequías y olas de calor, estando estas dos últimas amenazas muy vinculadas con el incremento de la peligrosidad de los incendios forestales. Del mismo modo otro de los efectos más importantes es el incremento del nivel del mar, una amenaza que puede poner en riesgo múltiples espacios litorales como es el caso de las islas.

 


Desde las Organizaciones ambientales, se está demandando mayor reducción de los gases de efecto invernadero, o por lo menos que cumplan con los tratados internacionales. ¿Cree que se está haciendo lo suficiente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero?

Es evidente que no, basta con ver como cada año sigue aumentado la concentración de C02 en la atmósfera superándose las 415 ppm o como en 2019 han seguido aumentando las emisiones de CO2 a nivel global, aunque algunas regiones como Europa o EEUU hayan presentado una reducción en sus emisiones de GEI en los últimos años. No obstante, pese a que la mitigación es la única acción que realmente reduce la causa origen del problema del cambio climático y de ahí su enorme importancia, presenta un gran problema y es que su éxito depende de la escala internacional, es decir del consenso de más de 190 países del mundo. Este es el verdadero problema que estamos experimentando y que ha quedado constatado nuevamente en la COP25.  Los múltiples intereses de países como China, Rusia o India que representan casi un 40% de las emisiones globales dan lugar a que sin la implicación de estos países y el aumento en el esfuerzo de otros como EEUU el éxito de la mitigación como factor para reducir los impactos en los sistemas dependientes del clima será prácticamente inexistente. Y esto es muy importante porque por mucha buena voluntad que tengan países como España en su neutralización de las emisiones sin un consenso vinculante en la reducción de GEI a nivel internacional nos adentramos en los peores escenarios posibles del IPCC, que se quedan muy lejos de límite que se había establecido de limitar el ascenso de la temperatura a 1.5ºC.

En este contexto donde las acciones de mitigación han presentado una escasa eficacia para estabilizar y reducir los GEI e incluso si éstas se limitasen a cero en la actualidad se necesitarían décadas para la recuperación del sistema climático, la adaptación debe entenderse como la solución fundamental de cara a afrontar el cambio climático, entre otras cosas porque su éxito depende únicamente de la escala local, por lo tanto es específica de lugar y del contexto de un territorio y su eficacia depende menos de las acciones de otras partes como es el caso de la mitigación.

Últimamente se está hablando de que unos de los grandes problemas de las emisiones es el excesivo consumo cárnico de las sociedades occidentales. ¿Cuál cree que es el principal sector que debe reducir sus emisiones? ¿Y a nivel personal que hábitos considera más importantes para reducir las emisiones?

Si queremos tener éxito realmente todos los sectores deben reducir su impacto con respecto a las emisiones de GEI y fundamentalmente aquellos más contaminantes como el sector energético, agropecuario, industrial y de transporte. Estos cuatro sectores son responsables de más de las 3/4 partes de las emisiones. Y en todos ellos la mitigación debería ser parte de su estrategia de desarrollo. No obstante, es importante introducir que como sociedad también podemos contribuir a fomentar conductas sostenibles y que ayuden a mitigar el cambio climático, en este sentido creo que todos deberíamos plantearnos dos preguntas ¿cómo comemos? y ¿cómo nos movemos?, es importante conocer qué impacto ecológico tiene nuestra alimentación y porqué es importante por ejemplo fomentar el consumo de productos de cercanía, por ejemplo.

Del mismo modo el transporte es otro de los puntos que a título individual podemos modificar. Siempre y cuando haya opciones disponibles deberíamos optar por una movilidad sostenible eliminando en la medida de lo posible el vehículo de gasolina de nuestra rutina diaria.

Abel López en una charla del Colegio de Geógrafos

En relación a los efectos del cambio climático, algunas regiones están estableciendo planes para garantizar el subministro de agua o implantando medidas para evitar inundaciones. ¿Cree que las instituciones están realizando lo suficiente para adaptarse a las consecuencias del cambio climático?

No es fácil responder a esa pregunta, a nivel autonómico observo dos velocidades las de las CCAA que tienen marcos legales y normativos para afrontar el cambio climático como por ejemplo País Vasco o Cataluña y otro conjunto de CCAA que disponen de acciones puntuales y que están en proceso de ir desarrollando este tipo de planes y normativas vinculantes como es el caso de Canarias. De todas maneras, a día de hoy la adaptación ha sido la gran olvidada por la administración, casi todos los esfuerzos han estado encaminados a una mitigación muy centrada en acciones de eficiencia energética únicamente. Y lo que debe entenderse que dado los actuales escenarios de emisiones de GEI la alternativa principal para hacer frente al cambio climático son las acciones vinculadas con la adaptación, incluso en 1998 un trabajo publicado en Nature por Martin Parry lo definía como “adaptándonos a lo inevitable”, esto casi 22 años después sigo en vigor, pero con la salvedad que estamos entrando prácticamente en un punto de no retorno si no se establecen acciones urgentes y esto debe ir liderado por los representantes políticos.

¿Qué actuaciones cree deberían ser más prioritarias para evitar las consecuencias del cambio climático?

Aunque se debe seguir apostando por las acciones de mitigación, la única forma de evitar o reducir los efectos del cambio climático será la adaptación e incluso ésta será muy difícil de implementar en algunos territorios como los pequeños estados insulares del Pacífico o en países en vías de desarrollo, por eso hablamos de la importancia de la justicia climática, porque el cambio climático tiene un gran componente de desigualdad. No obstante, respondiendo a la pregunta el primer paso para establecer acciones de adaptación es la evaluación de riesgo, esto se justifica fundamentalmente partiendo de la premisa que los impactos del cambio climático en un territorio son concretos de ese entorno y el desarrollo por tanto de respuestas para hacer frente a los escenarios futuros del cambio climático no sólo deben responder a las alteraciones climáticas detectadas sino a las propias particularidades, ambientales, económicas y sociales de ese territorio.

Actualmente veo como muchas administraciones locales establecen acciones o planes únicamente a partir de un análisis genérico de impactos, esto no sirve. Debemos ver cómo esos impactos se comportan sobre un territorio y así poder analizar el riesgo a través de elementos como la vulnerabilidad. Muchos de los llamados “Planes de adaptación” o “Estrategias de adaptación” son un compendio de soluciones generalistas que no se ajustan a las realidades territoriales, a mí me gusta citar un ejemplo muy ilustrativo. Una reforestación en un ámbito donde las proyecciones indican una reducción del total de precipitaciones y de la disponibilidad hídrica, como puede ser las Islas Canarias puede resultar una acción que dificulte el desarrollo de otras acciones futuras de adaptación en ejes como el turismo o la agricultura, por ello la importancia de las evaluaciones locales de elementos como la vulnerabilidad y exposición como única forma de establecer estrategias efectivas de lucha frente al cambio climático a escala local.

El cambio climático se ha convertido en un término ampliamente muy utilizado, y se le está cargando las culpas de la mayor parte de los problemas ambientales. ¿No cree que se le está empleando para escurrir las culpas de otros problemas ambientales, como puede ser una mala gestión territorial o forestal?  

Hay un concepto sintetiza esta pregunta y es Cambio Global. El cambio climático es tan sólo un efecto más del actual sistema socioeconómico y los cambios en el medio ambiente van más allá de las emisiones de GEI como comentas. La degradación de nuestros ecosistemas a través de una mala gestión del territorio o la presión sobre recursos tan limitados como el agua dulce dan lugar en muchos casos al aumento de la vulnerabilidad de nuestros espacios. Esto ligado a un más que previsible aumento en la peligrosidad de determinadas amenazas de índole climática se traduce que estemos ante territorios donde el riesgo sea mayor.

 


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Jose Taboada

Licenciado en Geografía, Postgrado en Ordenación y Desarrollo Territorial (USC) y Master de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (USC).

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