Obligatoriedad de todos los proyectos de urbanización a someterse al procedimiento de impacto ambiental

Cuando hoy hablamos de proyectos de urbanización, nos referimos a urbanizar un terreno, ya sea para levantar una zona residencial, un nuevo vial, o ejecutar un parque empresarial o un complejo turístico, hay una pregunta que aparece antes incluso de trazar las primeras líneas del plano. ¿Qué impacto va a tener al medio ambiente? La respuesta puede ser determinante para la viabilidad del proyecto.
Desde que el Real Decreto 445/2023 reformó los anexos de la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental, la respuesta es clara: prácticamente todo proyecto de urbanización tiene que pasar por el procedimiento de impacto ambiental, al menos en su modalidad simplificada. Esta reforma llegó tras la presión de la Comisión Europea, que advertía que en España seguían saltándose el control demasiadas actuaciones con riesgo o potencial de dañar el medio.
Un marco legal más exigente… pero también más claro
La normativa europea, concretamente con la Directiva 2011/92/UE, ya exigía que ningún proyecto susceptible de alterar el entorno se aprobara sin una evaluación previa. Con la reforma de 2023, España reduce su laxitud, eliminando antiguos umbrales que permitían “colar” obras de envergadura con un potencial riesgo.
En la práctica, eso significa que incluso urbanizaciones de tamaño reducido deberán presentar un documento ambiental y someterse a un periodo de consultas públicas. Solo si el órgano ambiental concluye que los impactos son irrelevantes se libran de elaborar el estudio completo e ir a la evaluación ordinaria, con estudio de impacto más detallado.
¿Qué cuenta ya como “proyecto de urbanización”?
Aunque la ley de suelo lleva años sin definirlo al milímetro, bajo este paraguas caben todas las obras que dotan de viales, redes y servicios a un ámbito de suelo.
¿Qué pasa si me salto la evaluación?
Ignorar la evaluación ambiental no es una simple falta administrativa; la licencia puede declararse nula de pleno derecho y las sanciones alcanzan los dos millones de euros.
Consejos prácticos para no naufragar
- Diagnostica pronto: comprueba en qué anexo cae tu proyecto y revisa los criterios de sensibilidad.
- Integra la variable ambiental desde el diseño: ajustar un vial sobre plano es barato; desenterrar un colector ya hormigonado, no.
- Habla con urbanismo y medio ambiente a la vez: planificaciones paralelas evitan sorpresas.
- Escucha a los vecinos: las alegaciones bien gestionadas reducen la conflictividad posterior.
En resumen
La evaluación ambiental ya no es ese trámite “para los proyectos grandes” que algunos recordaban. Hoy es la regla general. Quien la afronta temprano y con rigor gana tiempo, dinero y credibilidad social.
Si necesitas apoyo para superar la tramitación ambiental , en Tysgal contamos con un equipo con amplia experiencia tanto en planeamiento como en proyectos de urbanización.