Cómo los proyectos de BESS pueden minimizar los riesgos de apagones

Los proyectos de almacenamiento de energía en baterías industriales (BESS, por sus siglas en inglés) son cada vez más comunes. Estas instalaciones han surgido como una solución para minimizar los efectos de los apagones en ciertas industrias e instalaciones estratégicas como hospitales, pero también permiten mejorar la resiliencia de las redes eléctricas. Estos sistemas pueden jugar un papel crucial en estabilizar la red, proporcionar energía de respaldo y gestionar la intermitencia de las fuentes renovables. Sin embargo, para garantizar que su implementación sea sostenible y eficiente, los proyectos de BESS deben someterse a un análisis de impacto ambiental simplificado, una medida necesaria para evaluar sus efectos sobre el entorno y la comunidad.

Los BESS y su papel en la prevención de apagones

Los sistemas de BESS tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de energía para liberarla cuando más se necesita. Esto es especialmente relevante durante apagones o fluctuaciones de la red, donde los BESS pueden actuar como un amortiguador al responder en milisegundos a las fluctuaciones de frecuencia.

Durante el apagón eléctrico masivo ocurrido en España el pasado, 28 de abril de 2025, por ejemplo, la red experimentó una pérdida súbita de 15 GW de generación, causando una inestabilidad crítica. En una situación como esta, los BESS podrían haber intervenido rápidamente para estabilizar la frecuencia de la red y evitar un corte mayor o una desconexión en cadena.

El despliegue en España, aún está en pañales, con un desarrollo muy limitado. Aunque recientemente están proliferando proyectos específicos para BESS, vinculados a las energías de renovables. La «Hoja de Ruta del Almacenamiento Energético» del gobierno español apunta como objetivo alcanzar 20 GW para 2030, pero el ritmo actual es lento. Aunque a lo mejor este apagón acelera el despliegue.

Además, los BESS tienen la capacidad de proporcionar energía de respaldo a infraestructuras críticas, como hospitales y centros de datos, durante los apagones, garantizando que los servicios esenciales permanezcan operativos mientras la red se estabiliza.

Otro aspecto clave de los BESS es su capacidad para gestionar la intermitencia de las energías renovables, como la solar y la eólica. Estos sistemas permiten almacenar el exceso de energía generado durante períodos de alta producción y liberarlo cuando la generación es baja, lo que ayuda a mantener la estabilidad de la red y mitiga los efectos de la pérdida de generación, como ocurrió en el apagón de abril de 2025.

Aunque los BESS ofrecen ventajas evidentes, su implementación en España enfrenta varios desafíos. En primer lugar, la capacidad de los sistemas de almacenamiento no es ilimitada. Un sistema de 600 MW/600 MWh no habría cubierto toda la demanda durante un apagón prolongado, pero sí habría proporcionado el tiempo necesario para activar otras medidas de contingencia.

La importancia de un análisis de impacto ambiental

Si bien los BESS ofrecen una solución innovadora y efectiva para mejorar la estabilidad de la red y reducir los efectos de los apagones, su implementación también plantea consideraciones ambientales. El despliegue de grandes instalaciones de almacenamiento de energía debe someterse a un análisis de impacto ambiental simplificado. Este análisis es esencial para identificar y mitigar posibles efectos negativos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y las comunidades cercanas.

Este tipo de proyectos se tramita, en una primera fase, mediante el procedimiento de evaluación de impacto ambiental simplificada, que permite analizar los posibles efectos derivados del uso intensivo de recursos para la instalación de sistemas BESS, como la ocupación del suelo, el consumo de materiales y la gestión del reciclaje de baterías. Asimismo, debe tenerse en cuenta la huella ambiental global del proyecto. Una evaluación adecuada permite implementar soluciones de almacenamiento energético que minimicen sus impactos negativos.

En este contexto, empresas como TYSGAL Medioambiente juegan un papel crucial en la evaluación de proyectos de almacenamiento de energía. TYSGAL, con su experiencia en el análisis y la evaluación de impacto ambiental, se especializa en la realización de estudios que permiten asegurar que las instalaciones de BESS sean implementadas de manera sostenible, sin causar efectos adversos en el medio ambiente.

Como consultora especializada en gestión ambiental y evaluación de impacto ambiental, TYSGAL proporciona el análisis necesario para garantizar que estos proyectos de almacenamiento de energía no solo sean viables desde el punto de vista técnico, sino también desde el punto de vista ecológico. La empresa ayuda a los promotores de proyectos a identificar las posibles implicaciones ambientales de sus instalaciones y a adoptar medidas de mitigación adecuadas, asegurando el cumplimiento de la normativa y los estándares ambientales.

Conclusión

Los proyectos de BESS son esenciales para mejorar la resiliencia de las redes eléctricas y minimizar los efectos de los apagones, al tiempo que optimizan la gestión de las fuentes de energía renovables. Sin embargo, es fundamental que estos proyectos sean evaluados correctamente desde el punto de vista ambiental, lo que permite implementar soluciones sostenibles. TYSGAL Medioambiente, con su experiencia en análisis de impacto ambiental, se posiciona como un aliado clave en la correcta planificación y ejecución de estos proyectos, garantizando que la transición hacia una red energética más robusta y limpia no genere efectos negativos en el entorno natural.

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