Las cenizas de los volcanes de la Antártida podrían afectar al tráfico aéreo

Las nubes de cenizas emitidas durante la erupción de un volcán en la Antártida podrían afectar al tráfico aéreo del hemisferio sur. Así lo revela un estudio que ha analizado por primera vez, a partir de simulaciones, el posible impacto y los patrones de dispersión de las cenizas procedentes del volcán de Isla Decepción que tendrían el potencial de llegar hasta latitudes tropicales. La investigación muestra que los volcanes de la Antártida pueden suponer una amenaza mayor de lo que se creía hasta ahora.

La dispersión de partículas podría tener un impacto significativo en la seguridad aérea del hemisferio austral. Según las simulaciones realizadas por el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del CSIC (ICTJA-CSIC)  y el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), la presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera se situaría, en determinadas circunstancias, por encima de los límites de seguridad establecidos, afectando a las rutas aéreas domésticas e internacionales de Sudáfrica y también a los vuelos que conectan el continente africano con Sudamérica y Australia.

Las simulaciones de dispersión de cenizas efectuadas por los autores del estudio, publicado en Scientific Reports, han tenido en cuenta diferentes escenarios meteorológicos y características eruptivas. «Los modelos nos indican, que las cenizas emitidas por erupciones volcánicas en altas latitudes del hemisferio sur, como en el caso de Isla Decepción, podrían rodear el planeta, afectando a una gran parte de la costa atlántica de América del Sur, Sudáfrica y Oceanía», explica la investigadora Adelina Geyer del ICTJA-CSIC.

Simulación de la concentración de cenizas en los niveles de vuelos FL50 y FL350 a lo largo de las horas posteriores de una hipotética erupción obtenidas considerando un período de El Niño muy fuerte (de noviembre de 1982 a enero de 1983) durante el verano austral. Se muestran los umbrales concentración de cenizas (los contornos rojos ilustran las zonas «sin vuelo»). Las simulaciones se han efectuado considerando una columna eruptiva de 10 km (b) y 15 km (c) de altura. La estrella amarilla indica la ubicación de Isla Decepción. / BSC-CNS / ICTJA-CSIC

«El estudio subraya la necesidad de continuar con la investigación en la zona para determinar la posibilidad de una nueva erupción en Isla Decepción y ampliar la evaluación de los peligros asociados a otros volcanes activos del continente antártico, ya que, como en el caso de Isla Decepción, cada vez hay más actividad científica y turística en la zona», indica Geyer.

Las simulaciones se han realizado en el supercomputador MareNostrum 3 con el modelo meteorológico y de dispersión atmosférica NMMB-MONARCH-ASH del BSC-CNS a escalas regional y global, tomando como referencia la erupción ocurrida en Isla Decepción en el año 1970.

Uno de los objetivos del estudio es incrementar la conciencia sobre la necesidad de realizar evaluaciones específicas de riesgos para gestionar mejor el tráfico aéreo en caso de una erupción. Varios episodios volcánicos ocurridos en los últimos años, incluyendo Eyjafjallajökull (Islandia, 2010), Grímsvötn (Islandia, 2010) y Cordón Caulle (Chile, 2010) han generado grandes pérdidas económicas para una parte del sector aeronáutico.

Isla Decepción: uno de los volcanes más activos de la Antártida

De las decenas de volcanes ubicados en la Antártida, al menos nueve (Berlín, Isla Buckle, Isla Decepción, Erebus, montañas Hudson, Melbourne, Isla Pingüino, Takahe y Las Pleiades) se sabe que son activos y cinco de ellos han registrado una actividad volcánica frecuente en tiempos históricos. El volcán de Isla decepción, situado en el estrecho de Bransfield, es uno de los más activos de la región, con varias decenas de erupciones en los últimos 10.000 años.

Desde el siglo XIX, el volcán de Isla Decepción ha tenido períodos de alta actividad, seguidos de décadas de inactividad. Los episodios de agitación registrados en los años 1992, 1999 y 2014-2015 demuestran que el sistema volcánico aún está activo. Durante las erupciones explosivas más recientes ocurridas en 1967, 1969 y 1970, la caída de cenizas afectó a las bases científicas que operaban en la isla en ese momento.

Referencia bibliográfica:

A.Geyer, A. Martí, S. Giralt, A. Folch. “Potential ash impact from Antarctic volcanoes: Insights from Deception Island’s most recent eruption”. Scientific Reports noviembre de 2017. www.nature.com/articles/s41598-017-16630-9

Fuente: SINC

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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