Cuando las ciudades son un refugio de naturaleza

Fundaciones, ayuntamientos y oenegés han asumido el reto de consolidar y crear nuevas áreas naturales en la ciudad. Son iniciativas que buscan naturalizar las urbes. Ésta es una tendencia que responde al intento de los planificadores urbanos de repensar la ciudad, pero también es una respuesta de quienes ven factible fomentar la biodiversidad en un ámbito hasta ahora monopolizado por el asfalto y el coche.

Numerosos expertos resaltan que las zonas naturalizadas hacen más confortables los espacios públicos urbanos y pueden albergar actividades recreativas. Las zonas verdes, por ejemplo, controlan las inundaciones y reducen la contaminación (del aire y acústica), entre otros beneficios ecológicos, a la par que ayudan a mejorar la salud física y psíquica de la persona, dice José Fariña, catedrático de Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid

El Prat y World Nature: Un ‘reserva natural’ en casa

“Nuestro objetivo último es crear una primera red de refugios World Nataura de flora y fauna en Catalunya y crear una trama de conexiones necesarias para la conservación de especies. Esta iniciativa entronca con el movimiento de ciudades “biofísicas”, que aglutina diversas ciudades en todo el mundo (San Francisco, Oslo, Singapur…) que persigue similares objetivos. “Debemos hacer ciudades más amables para la biodiversidad”

Vitoria, anillo verde: Zonas verdes ‘low cost

‘»Las ciudades acogen valores de flora y fauna mucho más notables de lo que podríamos imaginar». La capital vasca mantiene su ambiciosa aspiración de hacer que la naturaleza entre en la ciudad, como dice su alcalde, Javier Maroto (PP). Una larga serie de actuaciones urbanísticas ha permitido crear un anillo verde exterior y dotar la periferia de espacios naturales (tres enclaves de la Red Natura 2000 y un humedal protegido)

El ejemplo de Santander: Convivir con aves y reptiles

La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha puesto en marcha, en colaboración con el Ayuntamiento de Santander, un ambicioso plan ( Jardines para la Biodiversidad ) para «detener la pérdida de especies» y conseguir que «el territorio urbanizado incremente sus tasas de biodiversidad»

Experiencias de Barcelona: Menos coches y más huertos

Salvador Rueda, director de la Agència d’Ecologia Urbana de Barcelona, sostiene que la tendencia a reducir el número de coches en circulación que promueven algunas ciudades permitirá liberar espacios, lo que dará paso a otros usos, como los que puede ofrecer la naturaleza. «La reducción de la motorización va a ir acompañada de un incremento de los espacios verdes»

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Fuente: La Vanguardia

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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