¿Cómo combatir el Trastorno por Déficit de Naturaleza?

¿Problemas de ansiedad, fatiga o estrés? Todos, y algunos más, como la obesidad, el asma, la hiperactividad o la falta de vitamina D pueden resumirse como «Trastorno por Déficit de Naturaleza». El TDN se vincula a una inadecuada relación entre nosotros y el entorno: «Las rutinas que se imponen hoy, dictadas por el desarrollo urbanístico y tecnológico, nos conducen al sedentarismo. «Nos pasamos el día mirando las pantallas de ordenador o de los smartphones y tabletas; no sentimos la necesidad de salir al exterior, algo que repercute en nuestro bienestar, que empeora», explica José Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental en la Universidad Autónoma de Madrid.

Curiosamente, cada vez surgen más aplicaciones medioambientales disponibles para móviles de última generación, como las recién lanzadas por la Sociedad Española de Ornitología y el Ministerio de Agricultura que ofrecen desde rutas por los enclaves más importantes para la observación de hasta las fichas descriptivas de los espacios accesibles que integran la Red Natura 2000, por ejemplo.

De modo que en cada uno de nosotros reside la mayor o menor tendencia a sufrir el denominado Trastorno por Déficit de Naturaleza. «No hay que creer que pertenecemos a un mundo tecnológico. La tecnología facilita la vida y nos brinda información necesaria, pero no sustituye al medio natural», prosigue el experto en TDN.

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Víctor Bouzas Blanco

Licenciado en geografía y Postgrado en Tecnologías Digitales de Documentación Geométrica del CSIC. Especialista en diseño cartográfico y análisis geoespacial.

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